Recogida en su hotel a las 8 de la mañana y salimos dirección Essaouira. Tras unas 3 horas, llegaremos al antiguo puerto de Mogador, construido por los portugueses en una península estrecha junto a una inmensa media luna de arena fina.
Essaouira o la perla del Atlántico, esta ciudad declarada patrimonio de la humanidad, mantiene el encanto y la autenticidad de una tierra perdida en el tiempo. Essaouira se ha convertido en una etapa imprescindible en el viaje a Marruecos. Al explorador aventuroso le va a fascinar la amabilidad hospitalaria de la gente de esta ciudad, que no es de extrañarse ya que viven desde hace siglos en la encrucijada de culturas, civilizaciones y religiones.
El descubrimiento de la ciudad invita a dar un paseo hacia el puerto donde todavía se construyen los barcos pesqueros, la lonja de pescado, el mercado de especias y las famosas murallas frente al mar llamadas Skala, explorando pequeños comercios y talleres de artesanía que a veces ocupan los antiguos depósitos de munición o captando los detalles arquitectónicos de antiguos arcos arabescos en el corazón de la antigua medina. La artesanía de Essaouira es famosa por el procesamiento de la madera de thuia, los tejidos, mientras que la producción artística, la escultura y la pintura se puede encontrar en numerosas galerías.
Por la tarde, regreso a Marrakech y la excursión termina con el acompañamiento al hotel donde se alojará.