FAQ

La ciudad azul de Marruecos es Chefchaouen, famosa por sus casas, calles y muros pintados en distintos tonos de azul que crean un ambiente mágico y muy fotogénico. Ubicada en las montañas del Rif, esta pequeña ciudad combina belleza natural, historia y tranquilidad.

Los bereberes, también conocidos como amazighes, son el pueblo originario del norte de África, incluyendo Marruecos, Argelia, Túnez, Libia y partes del Sahara. No se consideran una "raza" en sentido estricto, sino un grupo étnico con una identidad cultural, lingüística e histórica propia que data de miles de años.

Ser Amazigh (plural: Imazighen) significa pertenecer a un pueblo ancestral que ha habitado el norte de África durante miles de años, mucho antes de las influencias árabes y europeas. La palabra "Amazigh" se traduce comúnmente como "hombre libre" o "noble", y refleja un profundo sentido de identidad, autonomía y respeto por la cultura propia.

Bereberes: Son los pueblos indígenas del norte de África, que han vivido en esa región desde mucho antes de la llegada del Islam y de los árabes. Su territorio tradicional abarca desde Marruecos, Argelia, Túnez, Libia hasta partes de Mali y Níger. Árabes: Son originarios de la península arábiga (actual Arabia Saudita y alrededores). La expansión árabe comenzó en el siglo VII con la propagación del Islam y llevaron su cultura y lengua a Norte de África y otras regiones.

Nuestros paquetes generalmente incluyen alojamiento, visitas guiadas, traslados al aeropuerto y comidas selectas.

En Marruecos no se recomienda beber agua directamente del grifo, ya que aunque en muchas ciudades es tratada, puede contener bacterias o minerales que tu organismo no está acostumbrado a procesar. Lo más seguro es consumir siempre agua embotellada, que encontrarás fácilmente en cualquier tienda o restaurante

La calidad de vida en Marruecos es una mezcla única entre tradición y modernidad. El país ofrece un ritmo de vida más tranquilo que en muchas grandes ciudades del mundo, con mercados llenos de colores, aromas y sabores que reflejan su riqueza cultural. La hospitalidad marroquí es un valor esencial, lo que hace que tanto visitantes como residentes se sientan acogidos. Aunque existen contrastes entre zonas urbanas desarrolladas y áreas rurales más simples, la vida cotidiana se caracteriza por la cercanía comunitaria, la seguridad, el clima agradable y la posibilidad de disfrutar de paisajes muy diversos, desde playas hasta montañas y desiertos. Esta combinación convierte a Marruecos en un lugar donde la calidad de vida no se mide solo en lo material, sino también en la calidez humana y en la autenticidad de cada experiencia.

Marrakech puede resultar barata o cara según la forma en la que viajes. Si eliges moverte como un local, comer en los pequeños restaurantes de los zocos y alojarte en riads sencillos, descubrirás que la ciudad es bastante económica. En cambio, si buscas experiencias más lujosas, hoteles boutique y restaurantes turísticos, los precios suben mucho. Lo interesante de Marrakech es que siempre ofrece opciones para todos los bolsillos, desde el regateo en los mercados hasta terrazas exclusivas con vistas a la medina.

Los tours suelen incluir transporte privado, guía local, alojamiento, cenas en el desierto y excursiones en camello. Según el paquete, también pueden incluir actividades culturales y visitas guiadas.

La moneda oficial es el dirham marroquí (MAD). En muchas zonas turísticas aceptan euros, pero se recomienda pagar en dirhams para mejores precios.

Los tours al desierto de Merzouga incluyen un paseo en camello, alojamiento en jaimas bereberes, cena tradicional y la experiencia única de ver el amanecer sobre las dunas de Erg Chebbi.